domingo, 9 de noviembre de 2014

Ébola

Surgido en un río zaireño a mediados de los 70, el virus del Ébola es uno de los más mortíferos que existen.
Ahora todos hablan del Ébola, ¿pero sabemos realmente de que se trata?
El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), causada por el virus del Ébola, que se describió por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, cuando se presentaron varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, geográficamente ubicado en Zaire.

El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae. Existen cinco serotipos del virus del Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil y Ébola-Bundibugyo. El quinto serotipo, el Ébola-Reston, ha causado enfermedad en los primates, pero no en humanos. Es una infección que se caracteriza por una alta tasa de mortalidad, que oscila entre el 50% y el 95% de los afectados. Debido a su naturaleza letal, este virus es considerado como un arma biológica.

La prevalencia del ébola es difícil de determinar, porque suele presentarse en forma de brotes o epidemia, sin embargo, en países como Estados Unidos la infección por este virus no es endémica, aunque existen registros de varias personas que trabajan en contacto directo con primates y que han adquirido la infección por el tipo Ébola-Reston; afortunadamente, este tipo de virus no ha demostrado efectos patogénicos en seres humanos. Otras personas en riesgo potencial son los trabajadores de laboratorio que trabajan con animales infectados o con cultivos del virus en tejidos.

Actualmente, se considera que las personas en riesgo de contraer fiebre hemorrágica por virus del Ébola son aquellas con antecedentes de viajes a África subsahariana, las personas que cuidan a los pacientes infectados, así como los trabajadores que se encuentran en contacto con primates infectados de origen africano.

Cronología del ébola y brote actual en África

Países como Sudán y Zaire han registrado brotes en 1976, con 284 casos y 151 fallecidos, y 318 casos 280 defunciones respectivamente, Inglaterra para ese mismo año registro un solo caso sin fallecidos; en el año 1979 se produce un nuevo otro brote en Sudan con 34 casos y 22 fallecidos. Hacia la década de los 90 se presentan casos en Filipinas (3), Virginia y Texas (4), así mismo durante los años 1994 al 2000 Gabón registró el mayor número de casos, con más de 350 personas infectadas y alrededor de 280 fallecidos. En el año 2007 Uganda registra un nuevo brote de fiebre hemorrágica por virus del Ébola con 149 infectados y 37 muertos. Este mismo país decretó a principios de octubre de 2012 el fin del brote de fiebre hemorrágica del Ébola que se ha cobrado la vida de 17 personas, según datos de la OMS.

En marzo de 2014 se ha registrado el último brote, en Guinea Conakry, donde el número de afectados supera ya los mil y se ha extendido por Liberia, Sierra Leona y Mali, y en menor medida Nigeria. A día de hoy (agosto 2014), la OMS ha reconocido que el virus está fuera de control, debido sobre todo a la facilidad y rapidez que tiene para propagarse, por lo que están haciendo todo lo posible a nivel regional e internacional para intentar prevenir su expansión a otras fronteras. Asimismo, se está desaconsejando viajar -salvo casos de extrema necesidad- a las zonas de África Occidental más azotadas por este brote. Los afectados superan ya los 7.500 y los muertos alcanzan los 3.500, la gran mayoría en Liberia.

En los últimos días de septiembre, se detectó en primer paciente infectado por ébola en EE.UU., que viajó a Dallas (Texas) tras haberse contagiado en Liberia y pasar los controles aeropuertuarios. El 6 de octubre, una enfermera que había tratado en Madrid a los dos misioneros españoles fallecidos por ébola, se ha convertido en la primera persona diagnosticada por ébola fuera de África.

¿Cómo se transmite el virus del Ébola?

El virus del Ébola está considerado como sumamente infectivo, debido a su alta tasa de mortalidad, la rapidez con la que provoca la muerte y las zonas remotas donde se producen las infecciones. Se transmite a los humanos a través del contacto con un animal huésped infectado vivo o muerto (monos, murciélagos, antílopes…) y se disemina de persona a persona por el contacto con la sangre, tejidos, secrecciones y los fluidos corporales del sujeto infectado, y por el contacto con equipo médico contaminado, tales como agujas.

Las infecciones por virus del Ébola son agudas y no existe el estado de ‘portador’. Debido a que el reservorio natural del virus es desconocido, la manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano en el inicio de un brote no se ha determinado aún.

La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad dentro de un centro hospitalario, este tipo de transmisión ocurre con frecuencia durante los brotes de virus del Ébola. En la mayoría de los centros de salud de África los pacientes son atendidos sin mascarilla, batas o guantes. Además, cuando las agujas o jeringas que se utilizan pueden no ser
del tipo desechable, si se contaminan con el virus y luego se vuelven a utilizar, muchas personas pueden ser infectadas.

De hecho, si se produce la muerte del afectado por el virus, el protocolo indica que no se le puede realizar la autopsia por el alto riesgo de contagio por los fluidos de la víctima, por lo que deberá ser incinerado.
Síntomas de la infección por virus Ébola
El período de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y 21 días, después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del ébola, aunque lo más habitual es que aparezcan entre el octavo y el décimo día:
  • Fiebre alta y repentina.
  • Dolor de cabeza.
  • Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.
  • Dolor de garganta y debilidad generalizada.
  • Diarrea, vómitos y dolor de estómago.
  • Aparición de una erupción rojiza en la piel.
  • Congestión conjuntival (ojos rojos).
  • Alteración de la función renal y hepática.
  • En algunos afectados pueden observarse hemorragias internas y externas.
La razón por la cual algunas personas son capaces de recuperarse de ébola y otros no sigue siendo un misterio para los científicos. Sin embargo, se sabe que los pacientes que fallecen, por lo general no han desarrollado una respuesta inmunológica significativa para el virus en el momento de la muerte.

Tratamiento del Ébola
En la actualidad no existe ningún medicamento dirigido a combatir el virus del Ébola, por lo tanto solo se puede realizar tratamiento sintomático o medidas de apoyo. Entre ellas tenemos: para la fiebre, administrar Acetaminofén, nunca tomar Aspirina (ácido acetilsalicílico) por el riesgo que existe de manifestaciones hemorrágicas; también se debe ingerir abundantes líquidos para evitar la deshidratación y guardar reposo en cama.
Si el paciente tiene manifestaciones hemorrágicas requerirá la administración por vía endovenosa de líquidos, así como concentrado de plaquetas, factores de coagulación o de transfusiones de sangre si existen pérdidas importantes.
Igualmente, dentro del tratamiento del ébola, es necesario llevar un control estricto de los signos vitales como la frecuencia cardiaca, el pulso y la presión arterial con el fin de poder determinar cualquier signo indicativo de shock.
Actualmente, debido al virulento brote de Ébola-Zaire que está teniendo lugar en África Occidental, se está procediendo a tratar a algunos pacientes con un suero experimental conocido como ZMapp. Otras compañías farmacéuticas trabajan a contrarreloj para dar con la cura o una vacuna efectiva para luchar frente este virus. Mientras, a algunos enfermos se les está administrando, con resultados positivos en algunos casos, suero hiperinmune (plasma sanguíneo) obtenido de pacientes que han conseguido superar la enfermedad, por lo que su sangre ha generado anticuerpos para combatir la infección. 

Prevención de la infección por virus Ébola
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el control y prevención del virus del Ébola se basa en tres pilares fundamentales:
  • Controlar la infección en animales: actualmente no hay vacunas dirigidas a prevenir la infección por virus del Ébola-Reston en animales, es por ello que se deben aplicar métodos químicos de desinfección utilizando hipoclorito de sodio y otros detergentes de forma regular en las granjas de animales como monos y cerdos. Ante la sospecha de cualquier brote del virus los animales deben ponerse en cuarentena o podrían incluso sacrificarse para evitar la transmisión a seres humanos.
  • Disminuir el riesgo de la infección humana: al no existir una vacuna para seres humanos ni tampoco un tratamiento específico contra la infección por el virus del Ébola la educación de la población en riesgo es un arma fundamental. Se deben implementar campañas de concienciación sobre los distintos factores de riesgo y las medidas de protección frente a ellos. En ciertos países africanos, al ocurrir un brote de ébola se activan mecanismos de información y difusión de mensajes para reducir los riesgos de transmisión, los cuales deberán enfocarse en los siguientes aspectos:
    • Disminuir el contacto con animales salvajes que pudieran estar infectados como simios, monos y algunos tipos de murciélagos. Evitar el consumo de carne cruda.
    • Empleo de guantes y prendas protectoras para manipular animales.
    • Utilizar guantes, mascarillas y batas especiales para disminuir el riesgo de transmisión de persona a persona como consecuencia del contacto estrecho con personas infectadas, en particular con sus líquidos corporales.
    • Lavarse las manos frecuentemente, sobre todo después de visitar a familiares enfermos en el hospital, así como después de haber cuidado a enfermos en el hogar.
    • Difundir mensajes de información a la población sobre las características de la enfermedad y de las medidas de control del brote, en particular la inhumación de cadáveres.
  • Prevenir la infección del ébola en los centros de salud: esto se refiere al uso de medidas de aislamiento y utilización de equipos necesarios (guantes, tapabocas, batas) para reducir el riesgo de transmisión desde los enfermos hacia el personal sanitario, como médicos, enfermeras, así como técnicos de laboratorio que manipulan sangre y otros líquidos corporales de los pacientes infectados con el virus.
  • Tomado de: http://www.webconsultas.com/





DATOS CURIOSOS

1. El músculo de enfoque de tus ojos se mueve 100.000 veces al día. Necesitarías caminar 50 kilómetros para dar el mismo ejercicio a tus piernas.

2. Tu ombligo es el hogar de miles de bacterias que forman un ecosistema del tamaño de una selva tropical.

3. En toda su vida produciría 25.000 litros de saliva, lo cual es suficiente para llenar dos piscinas.

4. Nuestra nariz puede recordar 50.000 olores diferentes.

5. Los glóbulos rojos pueden viajar todo el cuerpo aproximadamente en 20 segundos.

6. Nuestro ojo es tan sensible que si la tierra fuese plana veríamos una vela a 30 kilómetros de distancia.

7. Aproximadamente el 90 % de nuestras células no son "humanas" de origen. Nuestras células se originan principalmente de hongos y bacterias.

8. Nuestros músculos son más fuertes de lo que creemos. Nuestra fuerza es limitada para proteger nuestros músculos y tendones de hacerse daño así mismo. Y esta limitación sé sobre pasa cuando se activa la adrenalina, durante el cual muchas personas han podido levantar coches y rocas.

9. Un adulto está compuesto de 7,000,000,000,000,000,000,000,000,000 (7 octillónes) de átomos.

10. Nuestros ojos pueden distinguir hasta 10 millones de colores diferentes y capturar más información que cualquier telescopio.

11. Somos los mejores corredores de larga distancia en todo el planeta, tanto así que solíamos correr detrás de nuestra presa hasta que se canse.

12. Nuestro cuerpo realmente brilla en la oscuridad, pero la luz que emite es mil veces más débil que nuestros ojos no pueden detectarlo.

13. Los bebes tienen 60 huesos más que un adulto.

14. Estar enamorado hace que el cerebro libere los mismos neurotransmisores y hormonas que se liberan en las anfetaminas.

15. Compartimos un 50 % de nuestro ADN con los plátanos.

16. Nuestro cerebro puede producir suficiente electricidad como para encender una bombilla.

17. De toda nuestra vida pasamos el 10 % con los ojos cerrados solo parpadeando.

18. El músculo más fuerte de nuestro cuerpo es el músculo masticador, el masetero.

19. Si el cerebro fuera una computadora, se podría realizar 38 trillones de operaciones por segundo. El superordenador más potente del mundo, BlueGene, solo puede realizar estas operaciones a un .002 %.

20. Nuestro cuerpo produce 25 millones de células nuevas cada segundo. Cada 13 segundos se produce más células que toda la población de los Estados Unidos.

21. Nuestro cerebro puede leer hasta 1,000 palabras por minuto.


22. Mudamos de piel aproximadamente 18 kilos en toda nuestra vida.